Carrera de Cercedilla 2022
El domingo 18 de diciembre participé en la 18ª Carrera de Navidad de Cercedilla, evento en el que llevo participando en las dos últimas ediciones (2019 y 2021; en 2020 no se celebró). Es una carrera de montaña relativamente accesible (13K +500m), pero que se hace dura para los acostumbrados a carreras en asfalto, sobre todo porque casi todo el desnivel de subida, el de más pendiente, se acumula entre los kilómetros 1 y 4.
La carrera discurre por las dehesas de Cercedilla, pueblo de la sierra de Madrid donde es característico el turismo de montaña y de esquí (es la cuna de la famosa familia de esquiadores, los Fernández Ochoa). El pueblo está situado a gran altura (~1200 m) y el recorrido sube aún más, y discurre principalmente entre pinares surcados por arroyos, que muchas veces hay que atravesar sin puentes o pasos. Puesto que las lluvias han sido abundantes los últimos días, los arroyos bajaban muy crecidos y muchas veces había que elegir entre detenerse a buscar algún camino que permitiera pasar al otro lado sin mojarse mucho, o bien directamente vadearlos como el camero borracho de la película El guateque (The Party). Obviamente, yo elegí esto último, porque forma parte de la diversión :–)
Este año, excepcionalmente, hemos tenido un tiempo excelente, con sol incluso. Si añadimos lo limpia que estaba la atmósfera por las lluvias recientes, el resultado es un espectacular «paseo» corriendo en un entorno mágico.
Rendimiento
Este año he hecho peor tiempo que en las dos anteriores ediciones en que he participado. La verdad es que me estoy tratando una lesión en la cintilla izquierda —tendón que une la cadera y la rodilla— que me provoca dolor en la rodilla al cabo de unos cuantos kilómetros. Por eso no quise forzar mucho y aprovechaba más de lo normal las pendientes para ir caminando.
También influye que ha habido mucha gente este año: 1500 inscritos más 700 en lista de espera... En la segunda parte del recorrido hay muchos tramos en que el sendero se estrecha mucho y no hay más remedio que circular en fila india.
En fin, que aún quedan un par de pruebas en esta temporada navideña y hay que reservar fuerzas.
El troll de la carrera
En una zona de subida, un tipo se ha dedicado a pinchar carteles escritos a mano en los árboles, con consignas destinadas a bajar los humos a los participantes. Un troleo en toda regla. Me acuerdo de alguna, por ejemplo:
Si te estás preguntando si esta es la última cuesta la respuesta es NO.
o también:
Tu vida es una mierda, aunque tu Garmin te diga lo contrario.
En fin, no sé si es un auténtico troll con ganas de provocar (un resentido) o se trata de una humorada.
Premios especiales
Una característica de esta carrera es que los premios los talla un escultor in situ, en la línea de meta, mientras tiene lugar la carrera. Son esculturas hechas sobre troncos de pino mediante sierras eléctricas motosierras.
En resumen: una experiencia que intentaré repetir todos los años.